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Domingo, 19 Septiembre 2021 13:01

Dictadura vs democracia

Escrito por  Paul Alvarado
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Tengo que confesar que entiendo el sentimiento… pero no lo comparto.

Es cierto que los sistemas democráticos tienen sus problemas, también es cierto que algunos países con sistemas autoritarios han tenido buen desempeño económico, pero eso no significa que los sistemas autoritarios, en general, sean mejores.

La pregunta que quiero plantear hoy es “¿queremos cambiar el sistema democrático por uno autoritario?” Es una pregunta honesta… Como economista, me gustaría poder hacer una comparación de costos y beneficios que fuera absolutamente objetiva y desapasionada, pero reconozco que eso no es posible; principalmente, porque no tenemos una forma objetiva de medir los beneficios, ni los costos, de vivir en un sistema u otro. En lugar de eso voy a tratar de hacer un argumento lógico en favor de la Democracia. Para eso voy a elaborar sobre un artículo del Dr. Amartya Sen, publicado en 1999..

¿Qué es la Democracia?

La democracia no es simplemente el gobierno de la mayoría. La democracia definitivamente no es un método para lograr crecimiento económico. La democracia es un conjunto de valores y condiciones: “La democracia tiene exigencias complejas, que ciertamente incluyen elecciones y el respeto de sus resultados, pero también requiere de la protección de las libertades, de los derechos, y de garantizar la libre discusión y distribución sin censura de noticias y comentarios”.

La democracia está fundamentada en valores que consideramos universales y que pueden encontrarse en la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” ratificada, al menos en parte, por los 193 países miembros de las Naciones Unidas. Estos valores fundacionales son la Libertad y la Igualdad. La declaración enfatiza la libertad y la igualdad en muchas formas, una y otra vez, en varios artículos y, además, en su artículo 21 la declaración explícitamente reza “La voluntad del pueblo es la base de la autoridad del poder público...”

Bienestar Económico y Democracia

La frase con que empecé este artículo está, principalmente, relacionada al bienestar económico, y se conoce como la “Hipótesis de Lee” debido a que Lee Kuan Yew, primer ministro de Singapur por 41 años (1959 – 1990), la promovía muy vocalmente.

Sin embargo, no es claro que exista una relación entre autoritarismo y crecimiento económico; la hipótesis de Lee es simplemente un terrible caso de sesgo de selección, se basa en evidencia extraída de una muestra para nada representativa del universo en análisis. Muchos estudiosos del crecimiento económico coinciden en que la evidencia no favorece a ningún sistema económico; es más, en su artículo, el Dr. Sen comenta el caso de las hambrunas y nota que “en toda la terrible historia de las hambrunas en el mundo, ninguna ha ocurrido en países independientes y democráticos que cuenten con una prensa relativamente libre”.

Esto no es un punto menor, porque ilustra dos cosas, el autoritarismo no garantiza bienestar económico y la razón por las que las hambrunas no han ocurrido en países democráticos es porque, según el Dr. Sen, la difusión, la discusión y la crítica de las políticas desde la oposición y la prensa, ponen presión al gobierno para aliviar el sufrimiento de su gente; al contrario de lo que ocurre en los sistemas autoritarios donde las políticas no tienen oposición y los problemas no se dan a conocer o se ocultan.

La Democracia como Valor Universal y como Promotora de Valores

Dado que el sistema de gobierno no está relacionado con el bienestar económico, el caso a favor de la democracia debe hacerse desde la perspectiva de su valor intrínseco; es decir, la democracia no es valiosa por sus frutos económicos sino porque enriquece la condición humana… ¡es valiosa en sí misma! Al mismo nivel que la libertad y la igualdad.

El Dr. Sen encuentra tres formas en que la democracia enriquece la vida de sus ciudadanos. Primero, es instrumental en el ejercicio de la libertad, en particular la libertad de participación política y social, que es un derecho humano fundamental. Segundo, promueve que los reclamos de todas las personas sean expresados y escuchados, en particular los que sufren. Tercero, y más importante, la práctica de la democracia da a los ciudadanos la oportunidad de aprender unos de otros y ayuda a la sociedad a descubrir sus propios valores y prioridades.

La Lógica de la Democracia

En este último punto es donde, creo yo, reside la decisión entre democracia y autoritarismo. La sociedad en su conjunto, no un autócrata tras un escritorio, debe descubrir y decidir cuáles son sus verdaderas necesidades y cuál es la precedencia de éstas. Pero esto no es una opción o sólo una prescripción, es un imperativo natural: ¡La sociedad en su conjunto es la única que es capaz de hacerlo! Cualquier intento de un caudillo o de un pequeño grupo de “sabios” está condenado a fallar.

Aún más, es casi un axioma lógico: si lo que se define como necesidades o prioridades de una sociedad está determinado por la sociedad misma, la única forma posible de conocerlas, ya no digamos atenderlas, es dentro del ejercicio de una discusión libre, permanente e igualitaria entre los miembros… ¡y esto es la definición misma de Democracia!

 

Paul Alvarado es economista y consultor en temas de Finanzas y Tecnología

 

 

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