El agua con cloro de las piscinas puede inactivar el virus causante del SARS-CoV-2 en sólo 30 segundos, según un estudio realizado con motivo de la reapertura de las piscinas en Inglaterra, reseñó Dally Mall.
En este sentido, los virólogos del Imperial College de Londres estudiaron el impacto de distintas concentraciones de cloro en el agua sobre el virus.
Los resultados sugieren que el riesgo de transmisión del COVID-19 a través del agua de las piscinas es "increíblemente" bajo, informaron los investigadores.
La investigación fue encargada a Swim England y la escuela de natación Water Babies, con el apoyo de la Royal Life Saving Society.
"Realizamos estos experimentos en nuestros laboratorios de alta contención de Londres", explicó la autora del estudio, Wendy Barclay, del Imperial College London.
En estas condiciones de seguridad podemos medir la capacidad del virus para infectar células, que es el primer paso en su transmisión.
Al mezclar el virus con el agua de la piscina que nos entregó el equipo de Water Babies, pudimos demostrar que este no sobrevive en el agua de la piscina: ya no es infeccioso".
Esto, junto con el enorme factor de dilución del virus que podría llegar a una piscina a través de una persona infectada, sugiere que la posibilidad de contraer COVID-19 a través del agua de la piscina es insignificante".
Asimismo, el profesor Barclay y sus colegas descubrieron que una concentración de cloro libre de 1,5 miligramos por litro y un pH de entre 7 y 7,2 reducían la infectividad del SARS-CoV-2 más de 1.000 veces en sólo 30 segundos.
Otras pruebas realizadas con diferentes concentraciones de cloro y niveles de pH concluyeron que el cloro de los residuos de las piscinas es más eficaz con un nivel de pH bajo.
En conclusión según el equipo, cumplen con el funcionamiento de las piscinas, que recomiendan una concentración de cloro libre de 1,5 miligramos por litro y un nivel de pH de 7,0.