El millonario chino He Shihua compró el Club Zibo Cuju y obligó al entrenador a poner a su hijo, quien tiene sobrepeso, a jugar como titular con la playera número 10, pese a su bajo rendimiento.
Además, el ahora socio mayoritario del equipo estableció que su hijo participará como el cobrador oficial de los penaltis, las faltas y los tiros de esquina.
Ahora, el equipo de la segunda división se encuentra en el último lugar de la clasificación general de la China League One, con un punto.