El nuevo iPhone 13, que saldrá a la venta este viernes a un precio de 799 dólares (909 euros en Europa), es un teléfono construido sobre la base del exitoso 12, con pocos cambios en el diseño y mejoras en el rendimiento de partes concretas como la cámara y la batería.
Pareciera que la lógica de Apple en la creación de su nuevo teléfono ha seguido la premisa de no tocar aquello que funciona -el 12 ha sido el móvil con mayores ventas de la empresa de los últimos años- y a primera vista los cambios son casi imperceptibles.