El hombre que pidió una oportunidad para la paz y que que llevo al mundo entero a imaginarse la vida sin religión, sin posesiones materiales y en viviendo sin violencia murió de cuatro disparos, en las calles de la ciudad de Nueva York.

El responsable de jalar el gatillo fue Mark David Chapman, un originario de Texas, que en el momento del crimen tenía solo 25 años y quien solo horas antes había pedido un autógrafo a Lennon.

Lennon vivía en un lujoso complejo de apartamentos llamado The Dakota, el portero del lugar, un hombre de origen hispano, llamado José Perdomo vio a Chapman parado en las sombras, muy cerca de la entrada del edificio. Fue entonces cuando Lennon pasó junto a él y de un vistazo lo reconoció pues lo había visto solo horas antes.

Segundos más tarde, Chapman le apuntó directamente a la espalda de Lennon y disparó cinco veces, con balas de punta recortada calibre 38, los tiros fueron continuos y desde una distancia aproximada de tres metros, eran las 10 de la noche con 40 minutos.

A partir de información proporcionada por el Departamento de Policía de Nueva York, la primera bala pasó sobre la cabeza del artista y dio en una ventana del edificio The Dakota, las dos balas siguientes asestaron en el lado izquierdo de la espalda de Lennon y las dos restantes penetraron su hombro izquierdo.

John Lennon sangró abundantemente de las heridas y también por la boca, pero alcanzó a subir cinco gradas de la recepción del edificio mientras decía "me dispararon". Cuando cayó, por el suelo quedaron esparcido un puñado de cassettes que había estado cargando.

El portero del edificio logró despojar a Chapman de su pistola y el agresor se limitó a quitarse la chaqueta y esperar a que llegara la policía.