J.K. Rowling vuelve a estar en el ojo del huracán, y no precisamente por sus obras escritas o aquellas adaptadas al cien, sino por su posicionamiento en cuanto a los derechos de las personas transgénero y las presiones que ha sufrido a causa de esta actitud.
Y es que la escritora británica ha denunciado por medio de su perfil de Twitter que la dirección de su casa ha sido revelada por tres "actores activistas" que se hicieron una foto frente a su casa.
"El viernes pasado, la dirección de mi familia fue publicada en Twitter por tres actores activistas que se tomaron fotos frente a nuestra casa, posicionándose cuidadosamente para asegurarse de que nuestra dirección fuera visible", ha comenzado señalando Rowling, alegando que estaban violando su intimidad.
Las imágenes del lugar fueron eliminadas, y la escritora ha querido agradecer a todos aquellos que colaboraron para eliminarlas, y ha "implorado" que aquellas personas que las compartieron por otros medios y las difundieron, las borren.
Su actitud con las personas transgénero, el problema
J.K. Rowling sabe perfectamente el motivo de este sabotaje, y es por negarse a "aceptar de forma acrítica que el concepto sociopolítico de la identidad de género debería reemplazar al del sexo". "Durante los últimos años, he visto horrorizada a mujeres que han sido objeto de campañas de intimidación", ha añadido a través de un hilo en Twitter.
Esto ha provocado que llegase a recibir "tantas amenazas de muerte que podría empapeñar mi casa con ellas, y no he dejado de hablar", tal y como ella misma admite, yendo desde "el acoso en redes y presiones sobre sus trabajos hasta la revelación de datos y amenazas directas de violencia, incluyendo la violación". Unas amenazas que han recibido otras personas con su misma ideología, pero que "no están tan protegidas como yo", dijo la escritora.