Otra vez se escuchó en Estados Unidos el término “área de reunificación familiar”. Cuando alguien utiliza esta expresión es que lo peor, una vez más, ha vuelto a suceder.
Esta vez ocurrió en San Jose, California, temprano en la mañana de este miércoles. Un pistolero dejó “múltiples muertos y heridos” en unas instalaciones de mantenimiento ferroviario, según afirmó Rusell Davis, de la oficina del sheriff en una primera rueda de prensa de emergencia. En las redes, a partir de fuentes locales, se hablaba de cinco a siete defunciones.
La comparecencia para la prensa se produjo cuando el peligro había sido anulado. El presunto autor había fallecido, aunque todavía no se sabe si por impactos en la refriega con la policía o si bien fue un suicidio. Los uniformados sí que especificaron que desplegaron una operación de rescate para evacuar a las personas que estaban en el lugar.
Tampoco sin concretar números, el alcalde de la ciudad, Sam Liccardo, confirmó la tragedia en su cuenta de Twitter. “Nuestros corazones sienten dolor por los familiares de aquellos que han perdido la vida en este horrible tiroteo”.
Los hechos ocurrieron en las dependencias del servicio ferroviario VTA, sobre las 6.30 horas de la mañana, horario de la costa oeste. En principio, las víctimas serían todos empleados de la compañía.
El tiroteo se produjo cuando se estaba realizando una reunión sindical. Esta circunstancia propició que se especulara con el que autor era un empleado o ex empleado cargado de agravios y, por supuesto, bien armado.
Según los indicios iniciales, el pistolero disponía de perfecto conocimiento de las instalaciones y capacidad para pasar los controles de seguridad de esta empresa con miles de empleados.
La VTA gestiona tres líneas de trenes ligeros que cubren 65 kilómetros de distancia. Esta agencia también opera 70 líneas de autobuses en esa región californiana.
En San Jose, los crímenes violentos han aumentado cerca de un 17% en estos meses en comparación al mismo periodo del pasado año. Los homicidios han subido un 75%, según los datos de la policía.
A nivel nacional, se han registrado al menos 230 tiroteos masivos en 2021, situaciones que recibe esa clasificación cuando hay cuatro o más muertos y heridos, no incluido el pistolero, a partir de los datos de Gun Violence Archive. En cuanto a matanzas masivas, esa cifra asciende a 14, y esto supone que hay cuatro o más muertos en una sola acción.
Sólo el pasado fin de semana, de viernes a domingo, en Estados Unidos hubo doce tiroteos masivos, con once muertos y 69 heridos. Como indicó Andrew McCabe, ex subdirector del FBI, ni en Reino Unido o Francia hubo un fin de semana así de sangriento. “En ninguna otra democracia occidental se enfrentan a semejante violencia armada”, señaló en la CNN.
McCabe remarcó que el país ha de afrontar de una vez a qué se debe tanta mortalidad, cuestión que achacó a la facilidad con que se adquieren las armas. “No podemos normalizar esta violencia”, afirmó.
En estos meses de 2021 han muerto 7.500 personas por efectos de las armas. Esto supone un incremento del 23%. Entre tanto, el Congreso de Estados Unidos es incapaz de sacar adelante ley alguna que trate de poner freno a esta locura.