El mundo mira atónito este domingo a la caída de Kabul en manos de los talibanes, que han conquistado prácticamente todo Afganistán en poco más de una semana. De la capital afgana, sumida en el pánico, tratan de huir los extranjeros y muchos afganos. Los helicópteros estadounidenses han evacuado la embajada. El personal ha quemado antes todos los documentos confidenciales y arriado la bandera.
Los talibanes se preparan a declarar el Emirato Islámico de Afganistán, según una fuente insurgente
El presidente afgano también ha huido. Ashraf Ghani se ha ido sin más de Afganistán, dejando estupefactos a los miembros de su Gobierno. La hecatombe del estado es tal que, según una fuente insurgente, los talibanes se preparan ya para declarar el Emirato Islámico de Afganistán desde el palacio presidencial.
El ministro del Interior afgano ha asegurado en una declaración grabada, que "Kabul no será atacada", ya que se ha acordado una "transferencia pacífica del poder político a un Gobierno de transición". Mientras decía esto, los talibanes ya campaban a sus anchas por las calles de la capital afgana.
Estados Unidos pide a sus ciudadanos que no traten de llegar al aeropuerto
Estados Unidos ha pedido a sus ciudadanos que permanezcan en lugar protegido y no traten de llegar al aeropuerto internacional por sus propios medios, porque la seguridad en la capital afgana se esté deteriorando rápidamente.
El aeropuerto es la vía de escape para extranjeros, diplomáticos, funcionarios públicos, académicos, periodistas y todos aquellos que han trabajado con los extranjeros y cuya vida corre ahora peligro.
Cientos de afganos se han agolpado durante todo el día ante los cajeros de los bancos con la esperanza de poder retirar sus ahorros.
Imágenes recibidas este domingo muestran cómo los talibanes están liberando a los presos de las cárceles, lo que hace temer que se produzcan disturbios y saqueos en un país en plena descomposición.