Una mujer blanca de Iowa que dijo que chocó con su camioneta contra dos niños en 2019 para tratar de matarlos todo por su raza, fue sentenciada a 25 años de prisión por cargos federales de crímenes de odio.

Nicole Poole Franklin ya había sido condenada a hasta 25 años, incluido un mínimo obligatorio de 17 1/2, por cargos estatales de intento de asesinato en los ataques del 9 de diciembre de 2019 en Des Moines.

En un procedimiento federal separado, la jueza federal de distrito Stephanie Rose condenó a Poole Franklin el jueves a 304 meses de prisión, o 25 años y cuatro meses. Poole Franklin, de 43 años, se declaró culpable de dos cargos federales de crímenes de odio en mayo.

La sentencia se ejecutará al mismo tiempo que el castigo estatal, pero asegurará que estará encarcelada por más tiempo, ya que el sistema federal no tiene libertad condicional.

Los fiscales pidieron una sentencia de 27 años en un expediente la semana pasada, diciendo que Poole Franklin apuntó a un niño de 12 años y una niña de 14 años debido a su raza y origen étnico. Ambos caminaban por la calle cerca de sus escuelas.

Las pautas federales de imposición de penas habían recomendado un plazo de 30 años a cadena perpetua.

Los fiscales dicen que ella primero pasó por encima de una acera y golpeó al niño negro de 12 años, diciendo que lo atropelló porque es “como ISIS” y “se supone que no debe estar allí y me va a sacar”. Por poco también golpea al hermano mayor del niño que caminaba a su lado.

Minutos después, Poole Franklin condujo por una acera, dijeron los fiscales, golpeando a una niña latina de 14 años que tenía moretones, cortes y una conmoción cerebral. Poole Franklin dijo que apuntó a la niña porque pensaba que era mexicana, se estaba apoderando de “nuestras casas y nuestros trabajos” y “se suponía que no debía estar en el país”, dice la acusación.

Poole Franklin huyó después de ambos choques y luego fue arrestada después de ir a una estación de servicio donde insultó a un empleado y a los clientes con calificativos raciales.

“Hacer responsable a Poole Franklin, no solo por sus acciones intencionales, sino por las creencias maliciosas detrás de ellas, es lo que debería ser nuestro sistema de justicia, y una obligación para proporcionar un castigo justo, ofrecer una disuasión adecuada y proteger al público de nuevos delitos mediante este proceso ”, escribieron los fiscales.

El defensor público de Poole Franklin argumentó en una presentación que ella sufría de “graves enfermedades mentales preexistentes que se exacerbaron con el uso de metanfetamina, numerosos eventos de vida extremadamente difíciles ocurriendo casi al mismo tiempo, y con algunos de los peores aspectos de la cultura actuando detrás de escena y envenenando aún más su estado mental “.

Antes de los crímenes de odio, Poole Franklin había tenido una serie de choques con el sistema legal, incluso después de que supuestamente apuñaló a un novio en el pecho en 2017 y amenazó a otro con un cuchillo de carnicero meses después.