Por si a alguien le quedaba alguna duda, el portavoz de los talibanes, Zabihulá Muyahid, se ha encargado de aclarar cuál será la potencia que ocupará el vacío dejado por Estados Unidos tras su atropellada marcha de Afganistán. «China es nuestro principal socio y representa para nosotros una oportunidad fundamental y extraordinaria porque está dispuesta a invertir y a reconstruir nuestro país», dijo Muyahid en una entrevista publicada este jueves por el diario italiano 'La Repubblica', en la que mostró su intención de que su nación se adhiera a la Nueva Ruta de la Seda.
Este proyecto impulsado por el presidente chino, Xi Jinping, contempla masivas inversiones en infraestructuras, telecomunicaciones y energía para impulsar las relaciones comerciales entre Asia y Europa por vía terrestre y marítima. El portavoz de los talibanes se apresuró a poner en el escaparate las minas de cobre afganas, que «gracias a los chinos podrán ser modernizadas», e incluso presentó a Pekín como «nuestro salvoconducto» para llegar a «los mercados de todo el mundo».
En la misma idea insistió en otra entrevista, en este caso con el canal estatal chino Cctv, en la que tras exaltar la «importancia y fuerza» del gigante asiático, recordó las «relaciones positivas» mantenidas en el pasado con los talibanes. «Queremos fortalecerlas y mejorar el nivel de confianza mutua. A nivel gubernamental, esperamos construir una relación muy sólida con China, porque es un país en rápido desarrollo que puede apoyar a Afganistán en el sector económico, por lo que esperamos inversiones y exportaciones chinas. Queremos que nos ayuden en el desarrollo del país», dijo.
Muyahid aprovechó además su conversación con 'La Repubblica' para lanzar un mensaje al Gobierno de Roma que puede extrapolarse al resto de Estados europeos: reconocednos. «Queremos restablecer unas buenas relaciones con Italia. Esperamos que reconozca a nuestro gobierno islámico», afirmó el portavoz de los talibanes, que concedió varias entrevistas a medios de comunicación extranjeros para intentar mostrar una cara más amable del régimen que facilite su inserción en el tablero internacional.
Aclaró, eso sí, que el nuevo Gobierno de Kabul será, «sin lugar a dudas», islámico. «La gente ha hecho grandes sacrificios por el establecimiento de un Gobierno islámico. Sea cual sea la combinación, debería ser islámico. Está garantizado que será islámico. Aún así, habrá muchas reflexiones al respecto. Actualmente, tenemos discusiones y vamos a tener consultas. Espero que el liderazgo llegue a una buena conclusión», declaró Muyahid a Cctv. Según varios medios internacionales, el líder de los talibanes Haibatulá Ajundzada podría ser nombrado la autoridad suprema de Afganistán, una posición similar a la del ayatolá Alí Jamenei en Irán. El Gobierno quedaría en manos del mulá Abdul Ghani Baradar.
Lo que parece claro es que en el Ejecutivo no habrá ninguna mujer en puestos significativos. «No estarán como ministras, pero siguiendo los mandatos del Corán y de la ley islámica, las mujeres podrían, por ejemplo, trabajar en los ministerios, en la policía o en la magistratura como asistentes», afirmó Muyahid a 'La Repubblica'. Aseguró además que las jóvenes podrán estudiar en las universidades del país centroasiático. «Veo a las mujeres como protagonistas de la sociedad afgana. Hay muchísimas que trabajan en los hospitales, son magníficas enfermeras».
El portavoz de los talibanes también anunció que el aeropuerto de Kabul podría reabrir antes de que termine este mes. Técnicos de Qatar y de Turquía están trabajando sobre el terreno para que los vuelos comerciales puedan retomarse lo antes posible después de que «las tropas extranjeras destrozaran casi todo».