Tras varios días de temblores, el volcán entró en erupción el domingo a las 15:12 (hora local), arrojando fuego y ceniza.
Y este lunes en la noche, se sumó una nueva boca eruptiva en las cercanías del pueblo de Tacande, en El Paso, lo que ha obligado a ampliar las evacuaciones, informan las autoridades.
Según la información que recibió el comité director del Plan Especial de Protección frente a Riesgo Volcánico de Canarias (Pevolca), la nueva boca del volcán se abrió a unos 900 metros de la principal, por lo que se pidió a la población que se aleje también de ese lugar.
La navegación marítima, además, fue restringida por la Marina Mercante en la zona próxima a la erupción hasta que cese el vertido de lava.
Según medios locales, en la zona se sintió una gran explosión seguida de una enorme columna de humo y la expulsión de piroclastos, fragmentos sólido de material volcánico.
Es la primera erupción volcánica en la isla de La Palma en 50 años.
El presidente de España, Pedro Sánchez, viajó a las Canarias para "conocer de primera mano" la situación y supervisar los esfuerzos de rescate, suspendiendo su viaje a Estados Unidos para asistir a la Asamblea General de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
"Lo más importante en este momento es la seguridad de los ciudadanos", dijo en una comparecencia.
Sánchez explicó que las autoridades están monitoreando de cerca los incendios y que se desplegó a la guardia civil y militar para ayudar a combatir el fenómeno.
"La lava no dejó absolutamente nada en su camino", dijo a la cadena de televisión pública TVE, y agregó que los residentes no regresarían a casa por un tiempo.
A pesar de que el área que rodea al volcán —el Parque Nacional de Cumbre Vieja— no está mayormente poblada, las autoridades realizaron la evacuación preventiva de personas con movilidad reducida en los pueblos cercanos.
El fenómeno ocurre luego de que el sábado 11 de septiembre comenzara una inusual actividad sísmica, con una seguidilla de temblores que anticiparon la crisis volcánica. Finalmente, el magma alcanzó la superficie el domingo.
"En La Palma, el enjambre sísmico a principios de la semana pasada provenía de profundidades de unos 12 km", explicaron en un artículo de The Conversation varios especialistas en geología.
De acuerdo con los geólogos, aunque la sismicidad del volcán comenzó en 2017, su intensidad se incrementó en los últimos días. Además, el ascenso progresivo del magma ha ido generando terremotos más superficiales.
Esta situación llevó a las autoridades a elevar la alerta a "semáforo amarillo" en la zona por el alto riesgo que significaba días atrás.
El cabildo de La Palma (órgano del gobierno local) pidió a través de su cuenta de Twitter "extremar las precauciones y no acercarse a la zona de la erupción para evitar riesgos innecesarios".
Esta erupción, la octava que vive La Palma en tiempos históricos, desde el siglo XV, brota por dos fisuras alineadas de norte a sur y separadas entre sí unos 200 metros, con varios puntos de emisión, según ha detallado el comité científico que sigue la emergencia, recoge la Agencia EFE.
La última actividad volcánica registrada en La Palma fue la erupción del Teneguía, en 1971.
En aquella ocasión, la erupción dejó dos víctimas mortales a causa de la falta de oxígeno por acercarse mucho al volcán, miles de evacuados y daños en los cultivos.