Esto es así debido a que que llegó a los 150 000 millones de metros cúbicos (MMC), volumen equivalente al total del consumo anual de gas de África al sur del Sahara.
El incremento del 3 %, de 145 000 MMC en 2018 a 150 000 en 2019, obedeció principalmente a los aumentos registrados en tres países: Estados Unidos (23 %), Venezuela (16 %) y Rusia (9 %). La quema de gas en países frágiles o afectados por conflictos ascendió de 2018 a 2019; por ejemplo, en Siria, subió un 35 % y en Venezuela, un 16 %, pese a que en Siria la producción petrolera no varió y en Venezuela se redujo en un 40 %.
La quema de gas, un proceso de combustión de gas natural asociado a la extracción de petróleo, se lleva a cabo debido a limitaciones técnicas, regulatorias o económicas. Genera más de 400 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono equivalente por año y constituye el desperdicio de un recurso valioso, con impactos perjudiciales para el medio ambiente debido a la emisión de metano no quemado y carbono negro.
"Nuestros datos indican que la quema de gas es un problema persistente, cuya solución sigue siendo difícil o antieconómica en determinados países", dijo Christopher Sheldon, gerente de Prácticas Mundiales de Energía e Industrias Extractivas del Banco Mundial. "La pandemia de COVID-19 (coronavirus) y la crisis que ella ha desencadenado acarrean nuevas dificultades, además de la posibilidad de que se dejen de lado cuestiones relacionadas con el clima y la sostenibilidad. Debemos invertir esta tendencia preocupante y poner fin definitivamente a la quema regular de gas".
Los cuatro países que queman más gas en el mundo (Rusia, Iraq, Estados Unidos e Irán) continúan representando, por tercer año consecutivo (2017 a 2019), casi la mitad (45 %) del volumen mundial del gas quemado. Al examinar las cifras de todos los países productores de petróleo, excluidos los cuatro mencionados, se observa que la quema de gas disminuyó en 9 000 MCM, es decir, en un 10 %, de 2012 a 2019. En el primer trimestre de 2020, la quema mundial se redujo en un 10 %, y se registraron retrocesos en la mayoría de los 30 países que más gas queman.
"El Banco Mundial y GGFR se han comprometido a colaborar con los Gobiernos y con las empresas del sector para poner fin a este complejo problema. Estamos trabajando con muchos de los países que queman mayores volúmenes de gas, ayudándolos a formular políticas, reglamentos y prácticas para terminar con la quema regular. Al mismo tiempo, estamos buscando más adhesión de Gobiernos y compañías para detener esa modalidad a través de la Iniciativa de Eliminación de la Quema Regular de Gas para 2030.(i) Más de 80 Gobiernos y compañías, que explican más de la mitad de la quema regular del mundo entero, han prometido terminar con esta práctica que ya lleva 160 años", señaló Zubin Bamji, gerente de programa del Fondo Fiduciario de la GGFR, administrado por el Banco Mundial.
Estos datos fueron dados a conocer por la Asociación Mundial para la Reducción de la Quema de Gas (GGFR), (i) administrada por el Banco Mundial y conformada por Gobiernos, empresas petroleras e instituciones internacionales que trabajan para poner fin a la quema regular de gas en los emplazamientos de producción de petróleo de todo el mundo. La GGFR, con la colaboración de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA) de los Estados Unidos y la Colorado School of Mines, ha elaborado estimaciones sobre la quema mundial de gas basadas en observaciones de un satélite lanzado en 2012. Los modernos sensores de este satélite detectan el calor emitido por la quema como emisiones infrarrojas en las instalaciones de prospección y extracción de petróleo y gas. Se creará una aplicación web mejorada que recogerá, mediante un sistema confiable y estandarizado, los datos mundiales sobre la quema de gas y estará a disposición del público en 2022, con el apoyo de la Oil and Gas Climate Initiative (OGCI) (Iniciativa del Sector del Petróleo y el Gas para el Clima).