Como cada 28 de diciembre desde hace 15 años, la emblemática intersección neoyorquina acogió un acto tan sencillo como peculiar: quemar los malos recuerdos del año que acaba.
Por supuesto, el coronavirus y sus derivados, como "no poder abrazar a los seres queridos" o "los confinamientos" fueron los recuerdos que más avivaron las llamas.
"Quiero deshacerme de la covid y las cuarentenas", contaba una mujer, "para que mis hijos puedan volver a ser normales y ver a sus amigos y salir y ser sociales". Otro ciudadano español, de turismo en la Gran Manzana, quemaba "todas las cosas duras que le han pasado a mis amigos y a mi familia. Ahora tengo una amiga en el hospital con su bebé. Así que eso haré".
Tom Harris, presidente de la Alianza de Times Square y anfitrión del evento recordaba cómo "el Año Nuevo es un momento de reflexión sobre el pasado, de decir adiós a las cosas que no queremos traer al 2022. Esta es una vieja tradición latinoamericana, consistente en quemar todo, deshacerse de ello. Así que estamos quemando todo lo que queremos dejar atrás en 2021".
Con todo lo malo convertido en humo, Times Square volverá a ser el día 31 el lugar por excelencia para despedir el año, aunque no será como siempre. Tan solo 15.000 personas podrán presenciar in situ el descenso de la bola, cuando normalmente son cerca de 58.000. Todas ellas deberán estar vacunadas, guardar una distancia mínima y llevar mascarilla. Nadie quiere ue 2022 sea también un mal recuerdo.