Más de 150 militares ucranianos, que formaban parte de diferentes tipos de tropas, depusieron las armas y se rindieron como resultado de la operación especial de las Fuerzas Armadas de Rusia en las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, declaró el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov.
"Durante los combates, depusieron las armas y se rindieron más de 150 miembros de las diversas fuerzas de seguridad de Ucrania. En el área de la isla Zmeíni, un total de 82 soldados ucranianos se entregaron voluntariamente a una unidad de las Fuerzas Armadas rusas. En la actualidad, se les exige que firmen un juramento en el que renuncian a participar en las hostilidades. En breve ellos podrán reunirse con sus familiares", aseguró el general mayor.
Konashénkov precisó que otros 11 soldados de la 53 brigada mecanizada de las tropas ucranianas se rindieron en el área de la localidad de Nikoláevsk. Además, un grupo de efectivos de la 36 brigada de la infantería de marina entró en contacto con el comando de las milicias populares de la República Popular de Donetsk y solicitó un corredor para ingresar al territorio de la RPD. Una vez que ellos depongan las armas, también tendrán la oportunidad de reunirse con sus familias.
El representante del Ministerio de Defensa ruso destacó que después de que se estabilice la situación en el área de combate, todos los soldados ucranianos que se rindieron podrán regresar a sus hogares.
118 objetivos militares destruidos
Las Fuerzas Armadas de Rusia destruyeron 118 objetivos militares en Ucrania desde el inicio de la operación especial, declaró el portavoz del Ministerio de Defensa ruso, Ígor Konashénkov.
"Durante la operación militar especial, las Fuerzas Armadas rusas inutilizaron 118 instalaciones militares de la infraestructura militar de Ucrania", dijo Konashénkov ante la prensa.
El portavoz precisó que fueron destruidos 11 bases aéreas, 13 centros de mando, 14 sistemas de misiles antiaéreos, 36 estaciones de radar.
Según Konashénkov, además fueron derribados cinco aviones de combate, un helicóptero, cinco drones, así como fueron destruidos 18 tanques y otros vehículos blindados de combate, siete lanzacohetes múltiples, 41 vehículos militares especiales y cinco lanchas de combate.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció en la madrugada del 24 de febrero el lanzamiento de una operación militar especial en el territorio de Ucrania alegando que las Repúblicas Populares de Donetsk y Lugansk, ya reconocidas por Rusia como Estados soberanos, solicitaron ayuda frente a la agresión por parte de Kiev.
Uno de los objetivos fundamentales de esa operación, según el mandatario ruso, es "la desmilitarización y la desnazificación" de Ucrania.
El Ministerio de Defensa ruso aseguró que los ataques militares no están dirigidos contra ciudades ucranianas ni ponen en peligro a la población civil, sino que buscan inutilizar la infraestructura bélica.
Ucrania rompió las relaciones diplomáticas con Rusia, impuso el toque de queda en Kiev y la ley marcial en todo el territorio nacional, decretó la movilización general e instó a la comunidad internacional a activar "todas las sanciones posibles" contra el líder ruso.
Numerosos países condenaron en términos contundentes la operación especial rusa en Ucrania.
Además, el Ministerio ruso informó que durante la "operación militar", fueron derribados cinco aviones de combate, un helicóptero y cinco vehículos aéreos no tripulados.
