El ministro de exteriores ruso, Serguéi Lavrov ha tratado con representantes de los dos territorios de la apertura de las embajadas de Donestk y Lugansk en Moscú y de misiones diplomáticas rusas en ambos lugares.
Lavrov desgranó un variado memorial de agravios: "Todos estos años, nuestros colegas occidentales han defendido sistemáticamente al régimen ucraniano, haciendo la vista gorda ante los crímenes militares contra la población civil, haciendo la vista gorda ante el asesinato de mujeres, niños, ancianos, ante la destrucción de la infraestructura civil y fomentando silenciosamente el rápido desarrollo del neonazismo y la rusofobia, lo que finalmente sumió al país en la tragedia."
El representante de exteriores de la autoproclamada república de Lugansk recalcó que eran ellos los que habían acudido a Moscú reclamándo ayuda por encontrase en una situación que definió como "de acoso".
Vladislav Deinego, acudió a la reunión con Lavrov como ministro de Asuntos Exteriores de la autoproclamada República Popular de Lugansk y aseguró:"No teníamos otra opción. Las conversaciones de paz que se estaban llevando a cabo en Minsk fueron completamente bloqueadas por Ucrania. El rechazo absoluto a cualquier forma de diálogo con nosotros en Minsk, el rechazo absoluto al cumplimiento de las obligaciones que Ucrania firmó anteriormente, estas son las circunstancias que llevaron a la situación actual, cuando recurrimos a la Federación Rusa en busca de ayuda"
La reunión se produce mientras la Unión Europea afronta presiones para intensificar su acción sobre el régimen de Putin. El presidente ucraniano, Volodymir Zelensky, criticó este viernes a Europa por no imponer sanciones lo suficientemente duras al Gobierno de Moscú.