El economista y exministro de Hacienda, Rodrigo Chaves, será el próximo presidente de Costa Rica, tras imponerse en la segunda vuelta de las elecciones celebradas el domingo.

Tras su victoria, el candidato del conservador Partido Progreso Social Democrático, anunció que trabajará para crear empleo, reducir el coste de la vida, y los altos niveles de pobreza del país.

Las acusaciones de financiación irregular de su campaña electoral, y las denuncias de acoso sexual durante su etapa de funcionario del Banco Mundial parecen no haber hecho mella entre el electorado.

No obstante, la abstención ha alcanzado el 42,6%.

"Acepto esa advertencia, para trabajar con más fuerza y patriotismo, por Costa Rica, por construir nuevos consensos, con la humidad de unos y la generosidad de otros, saben que haremos lo imposible por devolverles la confianza", decía Rodrigo Chaves ante sus simpatizantes.

Chaves pidió "trabajar juntos" a su contrincante, el expresidente José María Figueres (1994-1998), del Partido Liberación Nacional, quien se había impuesto en la primera vuelta.

Un mensaje conciliador en un país en el que una parte de la población, se siente frustrada por los escándalos de corrupción y el aumento del desempleo.