Miles de refugiados ucranianos están llegando a Tijuana, en México, para después pedir asilo en Estados Unidos. La ciudad ha puesto a su disposición numerosos refugios temporales, como un pabellón de baloncesto.
Su coordinador, Alex Fedorchuk, explica que ya han pasado por allí unos 2,000 refugiados. Cada día llegan unos 300:
"Cuando la gente viene al aeropuerto, la traemos aquí y se quedan dos o tres días. Estamos dándoles de comer y, para ellos, estamos cuidando de ellos".
Todos están muy agradecidos. Tienen todo lo necesario y, sobre todo, se sienten seguros tras el infierno que han dejado atrás.
"Tenemos de todo"
Oksana Dudnyk es de la tristemente conocida ciudad de Bucha:
"Las tropas rusas entraron a nuestra casa y a la casa de nuestro vecino. Es un desastre allí. Les gusta robar nuestras cosas, las cosas buenas de nuestras casas. Y es muy aterrador allí". (...) "Si lo comparamos con Bucha, este es un lugar perfecto. Estoy muy agradecida a todos estos muchachos, todos estos voluntarios que nos ayudan a los ucranianos: tenemos comida, un lugar para dormir... Tenemos de todo. Porque, por ejemplo, la gente de Mariúpol, no tiene nada. Ni agua, ni comida, nada...".
EE.UU. acogerá a 100,000 refugiados
Estados Unidos se comprometió, hace dos semanas, a acoger a 100,000 refugiados ucranianos y de otras nacionalidades, que huyen de la invasión rusa.
Quienes ya han logrado llegar a suelo estadounidense solo tienen palabras de agradecimiento, como Leonid Bondarenko, quien comienza allí una nueva vida con su familia:
"Solo quiero agradecer a Dios que lo hemos logrado. Dios nos ha bendecido y estamos vivos y bien. El viaje ha sido, sin duda, muy duro y largo". (...) "Pero estamos muy felices, muy, muy felices".