Miles de personas se manifestaron en Lima y otras ciudades para exigir al Gobierno mano dura contra los violadores, para los que el presidente Pedro Castillo sugería este sábado medidas como la castración química. Para muchos de los manifestantes, esta clase de castigo no es suficiente.

"Muerte, debería ser pena de muerte" decía con contundencia una manifestante. "Castración química no vale".

"Esta marcha es para exigir, para pedirle a nuestro presidente que nos apoye, que basta ya de tanto abuso contra nuestros niños. Queremos cuidar a nuestros niños, queremos justicia para nuestros niños", decía otra mujer.

"Tengo dos hijas, y me sentí impotente al ver a la criaturita", contaba desolada otra manifestante. "Me rompió el corazón".

La propuesta gubernamental, que consiste en la administración de medicamentos que reducen la líbido e inhiben el deseo sexual, aún tiene que ser estudiada y aprobada por el Congreso, y seguiría el ejemplo de otros países como Rusia, Polonia, Corea del Sur, Indonesia o Moldavia, además de algunos estados de Estados Unidos.

Actualmente la pena para los violadores de menores de 14 años es de cadena perpetua en un país en el que según datos del ministerio de la Mujer habrían sido víctimas de delitos sexuales más de 21.000 menores en los últimos cuatro años.

El presunto violador, Juan Antonio Enríquez, de 48 años, se encuentra en prisión preventiva mientras se realizan las investigaciones pertinentes de un caso que ha conmocionado el país y que podría hacer cambiar en breve su código penal.