Poco ha durado el espíritu de concordia que unió a los iraquíes durante la visita del papa Francisco a principios de mes. Apenas dos días después de que el Pontífice abandonara Irak, el asesinato de Jaseb Hattab al Heliji, el padre de un abogado desaparecido, vuelve a enfrentar al país con sus problemas.
Jaseb Hattab al Heliji murió de un disparo en la cabeza el miércoles de la semana pasada en la ciudad de Al Amara, al sur de Bagdad, la capital del país. No fue otra víctima más en un país tristemente acostumbrado a la violencia. Jaseb era un poeta popular en su tierra, pero su nombre alcanzó relieve nacional por su incansable empeño en aclarar el secuestro de su hijo Ali y llevar ante la justicia a la milicia que consideraba responsable del mismo.
El joven abogado Ali al Heliji fue uno de los activistas desaparecidos durante las protestas antigubernamentales que sacudieron al país a partir de octubre de 2019. Su caso se convirtió en símbolo de la campaña de terror lanzada por las milicias proiraníes, a las que los defensores de derechos acusan de haber secuestrado a decenas de destacados activistas y de haber matado a por lo menos medio centenar de ellos. La Comisión de Derechos Humanos de Irak estimó el año pasado que el intento de acallar las manifestaciones por parte de milicias y fuerzas de seguridad dejó 550 muertos y miles de heridos.