La 11 avenida Norte y la 1a calle Poniente fueron cerradas el jueves desde la 5:00 de la tarde por la Policía Nacional, para que el Juzgado Sexto de Instrucción dirigiera la reconstrucción de los hechos que concluyeron con el homicidio agravado de dos militantes del FMLN, el pasado 31 de enero del 2021.
Cuando el agente del PPI, Diego Alvarado, un vigilante privado del Ministerio de Salud y un motorista de esa cartera de Estado, se bajaron de un vehículo azul, previamente atravezado a un pick up blanco, donde se transportaban los militantes del FMLN, quienes regresaban de un mitín.
Según el juez Sexto de Instrucción, Roberto Arévalo Ortuño, la diligencia tiene como uno de los fines, determinar quién le disparó al agente PPI, Diego Alvarado, quien murió en febrero, supuestamente, producto de las heridas provocadas por arma de fuego en ese ataque.
La investigación de la Fiscalía todavía no ha determinado que el ataque del 31 de enero era un hecho planificado. “Tenemos que los imputados hicieron algunos llamamientos a la gente que iba en el pick up”.
Testigos dijeron a Diario El Mundo, que los imputados les gritaron a los militantes “que eran unos perros”.
De acuerdo con la Fiscalía no se tiene claro cómo resultó herido el agente PPI. La fiscal dijo que el dictamen de autopsia por la muerte del agente PPI ya está en su poder y que el lunes se hará llegar al juez Arévalo Ortuño.
Los defensores de los imputados aseguraron que hubo disparos desde el pick up hacia Diego Alvarado y que ocurrió un intercambio de disparos en legítima defensa.
El defensor Alejandro Portillo dijo que solo Alvarado disparó, no así los otros dos imputados que aún están procesados. El abogado Edgar Rivas dijo que a la fiscalía aún le falta entregar cuatro vídeos que están en manos del FBI y que deben ser incorporados en el dictamen de acusación.