En el marco del Día Internacional de la Tierra, la Mesa Nacional Frente a la Minería convocó a un conversatorio a los Diputados electos del Parlamento Centroamericano (PARLACEN) para suscribir un compromiso para legislar en favor de la protección de la Cuenca del Río Lempa, la cual atraviesa tres países de Centroamérica.
El objetivo del compromiso consiste en que se regule la utilización de los mantos acuíferos para la comercialización del agua y además, evitar que se siga contaminando a raíz de la extracción de minerales metálicos.
Luis González de la Mesa Frente a la Minería, señaló que es necesaria una normativa que prohíba empresas mineras en aguas transfronterizas, ya que afecta al medio ambiente y la salud de la población.
“El agua para riego sólo se puede utilizar el 3% y para recreación y contacto humano sin ningún tipo de precaución, el 5% (…) no nos podemos dar el lujo de seguir utilizando un recurso tan escaso para fines como la minería, que tanto afecta al medio ambiente y la salud de la población. Es hora que los Diputados que nos representarán en el PARLACEN, adquieran un compromiso para garantizar que el Río Lempa, que atraviesa Guatemala, El Salvador y Honduras, sea protegido”, explicó.
El llamado fue tomado en cuenta por los delegados electos del partido Nuevas Ideas, PCN y el FMLN. En ese sentido, se comprometieron a legislar para ser parte de la construcción de una fuerza política, social y comunitaria a favor de un acuerdo político entre los países, a fin de declarar zonas fronterizas libre de minería.
Asimismo, deben incluir en la agenda del PARLACEN la problemática de la minería y articular esfuerzos para defender el recurso hídrico y promover el Tratado para el Manejo Integral, Sustentable y con enfoque de las cuencas compartidas entre los tres países del denominado “Triángulo Norte”.
Desde marzo del 2017, El Salvador cuenta con una Ley de Prohibición de la Minería Metálica, que resume el rechazo a las industrias extractivas, y que se debe realizar cierres técnicos de las minas abandonadas y los procesos de remediación ambiental.
Según reportes periodísticos, ya se registran problemas de contaminación y acceso al agua, no sólo en áreas rurales sino en zonas urbanas, en donde atraviesa el Río Lempa. Entre las que destacan la pérdida de la calidad del agua del Río Guajoyo y Pita Floja, localizadas en Metapán cuyo cauce nutre el complejo del Lago de Güija.
El Lago de Güija ha comenzado a bajar su caudal, igual situación ocurre con el río Ostúa, esto es resultado de más de 12 años de extraer de 60 a 70 barriles de agua geotermal por parte de la mina transfronteriza “Cerro Blanco”, afectando el nivel freático de las aguas subterráneas. La comunidad “Pita Floja” está a unos 7 kilómetros de esta mina propiedad de la transnacional Bluestone Resources, desde hace unos 4 años el caudal de la fuente de agua se ha ido reduciendo, lo que ha puesto en serios aprietos a familias salvadoreñas y guatemaltecas que se abastecen de esta vertiente.
“Los proyectos de minería transfronteriza de oro y plata, en su mayoría, deben de poner en alerta a El Salvador, pues contaminan el río Lempa, el río Paz, el Lago de Güija, el río Sumpul, el río Torola, el río Goascorán.
Desde hace más de una década, la Mesa Nacional frente a la Minería Metálica en El Salvador-MNFM ha insistido ante los distintos gobiernos tanto nacionales, como de Guatemala y Honduras para que prohíban la minería metálica en sus territorios, ya que también impactan a las comunidades salvadoreñas, principalmente en el abastecimiento, calidad y cantidad de agua”, reza el informe elaborado por la Mesa.
Son al menos 41 proyectos de minería transfronteriza ubicados entre Honduras y El Salvador, los cuales colindan con los departamentos de la zona oriental salvadoreña; y entre Guatemala y El Salvador existen alrededor de 11 proyectos de minería transfronteriza, incluyendo la mina “Cerro Blanco”, que está ubicada a escasos 17 kilómetros de territorio salvadoreño por el lado de Metapán, Santa Ana.