La coordinadora de la Unidad de la Mujer de la Mujer de la Fiscalía General de la República (FGR), Graciela Sagastume, aseguró que las trece víctimas encontradas en el cementerio clandestino dentro de la casa de Hugo Ernesto Osorio Chávez, alias el Psicópata de Chalchuapa, sufrieron violencia sexual antes de ser asesinadas.
En declaraciones a la prensa, la fiscal explicó que el principal móvil de la investigación es la violencia de género y no, como lo aseguraron en un primer momento voceros del Gobierno, el tráfico de personas.
Sagastume detalló que los familiares de las víctimas en ningún momento enunciaron la migración como el vínculo con Osorio Chávez cuyo hermano, de acuerdo con las versiones preliminares, se dedicaba al tráfico de personas que viajaban indocumentadas a Estados Unidos.
“Sí fueron agredidas todas, absolutamente todas las mujeres que tenemos en calidad de víctimas en este momento”, afirmó.
La violencia sexual, según ella, fue una de las principales “herramientas” que Osorio Chávez ocupó como parte de la violencia de género que infringió a sus víctimas.
El 14 de mayo la Fiscalía General de la República (FGR) dio a conocer que los criminalistas encontraron diez cadáveres más enterrados en la casa del Psicópata de Chalchuapa.
Los cadáveres encontrados este día tienen más de dos años de haber sido enterrados.
En la casa del expolicía Osorio Chávez también fueron encontrados medallas y una pequeña figurilla de la Santa Muerte.
Fiscales del caso advirtieron de los hallazgos que tenían lugar en la vivienda del municipio de Chalchuapa, departamento de Santa Ana, donde el pasado sábado se alertó a las autoridades sobre el asesinato de Mirna Cruz Lima, de 57 años; y su hija Jacqueline Cristina Palomo Lima, de 26.
Los cadáveres de ambas víctimas fueron encontrados con golpes en el cráneo, provocados con objetos contundentes. La Policía arrestó a Osorio Chávez dentro de la vivienda, luego que aparentemente habría intentado quitarse la vida, al cortarse ambas muñecas.
El día del crimen también se encontraron los cuerpos semienterrados de dos hombres, los que no fueron debidamente reconocidos en su momento, pero de los que ya trascendió su identidad en medios de prensa.