La empresa dedicada a la producción de pesticidas, QUIMAGRO, habría empezado una pelea legal desde el año 1984, contra el banco de Comercio de El Salvador, posteriormente Scotiabank S.A. de C.V. y ahora Banco Cuscatlán.
El caso habría iniciado luego de que el negocio familiar, QUIMAGRO, fue víctima del sistema financiero, llevándolo finalmente a la quiebra, dado a que la institución financiera (Banco de Comercio S.A. de C.V.) intervino y administró de forma fraudulenta la empresa.
En el año 1996 la familia Vega, dueños de QUIMAGRO, inició un proceso legal, conociéndose su primer fallo cinco años después, obligando al banco cancelar una indemnización, más los gastos procesales.
Posteriormente la entidad bancaria apeló a la resolución y dos años después el juzgado favoreció al Banco de Comercio.
El 15 de abril del 2013, la Sala de lo Civil, declaró sentencia definitiva en la que declaró terminado el convenio de intervención financiera y administrativa, condenando al banco a al pago de indemnización por daños y perjuicios a favor de la familia Vega.
Ocho años después El Juzgado Quinto de lo Civil y Mercantil de San Salvador, decretó embargo preventivo de bienes por más de $38 millones, asimismo la tercera parte de este monto.
"Decretase embargo preventivo de bienes en contra de Banco Cuscatlán de El Salvador, a favor de QUIMAGRO S.A. de C.V. por la cantidad de $38,107,544", dicta la sentencia legal