Se hace un énfasis muy especial en evitar las aglomeraciones para reducir el riesgo de contagiarse con el virus.

Las personas no pueden andar por las calles confiados porque ya les fue aplicada una dosis de la vacuna contra COVID-19, porque no han adquirido la inmunidad necesaria contra el virus. Incluso, ni siquiera al tener las dos dosis se evita un contagio, ya que en este caso se está previniendo las formas más complejas de la enfermedad.

En otras palabras, las vacunas evitan que el paciente vaya a parar a un hospital y fallecer a causa de la infección causada por el SARS-CoV-2.

Lo realmente grave de esto, es que hay muchas personas que aun estando vacunadas puedan adquirir el virus, que no van a desarrollar con gravedad, pero transmitirlo a otras personas que podrían no estar vacunadas y complicar su salud.

Es por esa razón que el Gobierno vuelve a pedir a la población retomar la implementación de los protocolos de bioseguridad, el autocuido y si no es esencial, evitar salir de la casa, y las aglomeraciones porque las personas se están contagiando en los centros comerciales, restaurantes, autobuses y microbuses, entre otros lugares públicos.

El Salvador mantiene las cifras más bajas en Centroamérica con respecto a los contagios y porcentaje de fallecidos, además, está posicionado como el país con la mayor cantidad de vacunas administradas, pero todos estos logros no son una garantía de que el panorama pueda cambiar en un abrir y cerrar de ojos, si la población baja la guardia.

El Gobierno está haciendo la parte institucional que corresponde con todas las acciones de prevención, reacción y atención de la pandemia, pero son los salvadoreños quienes deben hacer lo propio con el cuidado personal y proteger a su familia.

Recordemos que solo unidos se podrá superar lo más pronto posible esta pandemia, que ya se ha cobrado la vida de 2,414 salvadoreños