"Para Emerson la música ha sido como una terapia que le ha ayudado a desarrollarse increíblemente", así lo afirmó Alma Verónica Menéndez de Argueta, mientras su hijo Emerson Jadnael ensaya con el grupo musical de su clase, conformado por estudiantes del bachillerato Técnico Vocacional en Música del Instituto Nacional Doctor Sarbelio Navarrete de San Vicente.
Ver a un chico de 22 años tocar la batería es sorprendente, pero lo es mucho más, cuando el sonido, el ritmo, la melodía y armonía que se escucha al tocar la batería, que no es un instrumento fácil de aprender, lo origina ese joven que desde su infancia fue diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista (TEA).
Alma Verónica, como toda súper madre, siempre ha buscado los espacios que faciliten y promuevan la comunicación de Eduardo con los demás, así como las relaciones con sus compañeros y docentes, el aprendizaje, sus movimientos corporales, sus expresiones y otros aspectos relevantes, con el fin de cambiar y satisfacer sus necesidades físicas, emocionales, mentales, sociales y cognitivas.
"A las familias y padres que tienen hijos con condiciones especiales o sobre todo niños con un diagnóstico de autismo, me gustaría decirles que hay que seguir adelante, ya que, si uno les dedica tiempo a estos chicos, salen adelante, y con la guía de Dios podemos salir adelante para que ellos se realicen", afirmó mientras escuchaba la interpretación de la canción “Bendita Tierra”, que interpretaba Emerson junto a Camila, César, Jonathan y Marcial, todos estudiantes del bachillerato en música.
Emerson, junto a su mamá y hermano menor, viaja de 2 a 3 días por semana desde Ciudad Delgado en San Salvador hasta San Vicente, con el propósito de recibir sus clases de música con el profesor William Godofredo Álvarez, quien es el facilitador desde la creación del nuevo bachillerato en el año 2018.
Para el maestro Álvarez, "Emerson ―quien inició en el I. N. Dr. Sarbelio Navarrete a partir de este año―, se ha integrado perfectamente y ha encajado muy bien con sus compañeros de estudio, quienes le han ayudado a integrarse a segundo año. Emerson tienen una capacidad inimaginable, él se desarrolla musicalmente bien, considerando que ya trae principios musicales".
A pesar que Emerson establece poco contacto visual y no responde con alguna sonrisa a las expresiones faciales de los demás, es evidente que disfruta hacer sonar la batería, pero también busca la compañía de sus iguales, sus nuevos amigos a quienes sorprende con la capacidad memorística que posee.
Camila, la voz musical del grupo, recuerda que: "La primera vez que vino Emerson, 'puchica', sí que nos sorprendió, porque se incorporó fácilmente, tocó súper bien y capta bien rápido las cosas, él siempre está bien atento a todo".
Por su parte, Marcial, quien toca el bombo y está por culminar su bachillerato, asegura que "compañeros he tenido muchos pero ninguno como Emerson, porque a la mayoría se les dificulta tocar algún instrumento mientras que Emerson se desempeña y se desenvuelve libremente con la batería y para cantar en inglés no cualquiera lo hace perfectamente sólo con escuchar la pista, considero que Emerson tienen bastantes capacidades y si las explota bien puede llegar a lograr bastantes cosas en su futuro".
Igualmente, Jonathan, quien a sus 17 años toca la guitarra y canta dentro del grupo musical, se refirió a los chicos con capacidades especiales, y dijo: "Tienen la capacidad de ser grandes porque todos en esta vida somos capaces, ya sea de experimentar con algún instrumento, así como Emerson, quien tiene su discapacidad, pero él es grande porque se nota que cuando toca se emociona, por eso les digo, que no se sientan tristes porque ellos pueden ser grandes en esta vida".
Pero César David, quien estudia segundo año al igual que Emerson y toca el bajo con mucha habilidad, aseguró que "ser compañero de Emerson me ha ayudado a ver las necesidades de otras personas con mayor importancia y me gusta la forma en que nos desarrollamos todos a la hora de estar tocando, más que un grupo somos un equipo y nos llevamos muy bien".
Finalmente, Alma Verónica agradeció a todo el personal administrativo, docente y directivo que labora en el Instituto Nacional Doctor Sarbelio Navarrete, así como a los compañeros de Emerson, ya que "todos lo han recibido increíblemente, nos sentimos muy agradecidos y contentos porque le sirve mucho a Emerson para su desarrollo en todo aspecto, no encontré una escuela sino una nueva casa para mi hijo".