Como parte del alcance logrado con las acciones implementadas por el Plan Control Territorial.
Nunca en el pasado El Salvador logró una reducción significativa de los homicidios, así como de otros delitos considerados de alto impacto en el país, como extorsiones, violaciones, hurto y robo de vehículos, entre otros, como ha sucedido en la actualidad.
De acuerdo con las cifras de la Policía Nacional Civil (PNC), la tasa más baja de asesinatos en la historia reciente del país se ha prolongado entre el 1 de enero y el 24 de agosto de 2021.
La reducción sostenida de la criminalidad se da en el contexto de la ejecución de cuatro de las fases de la estrategia de seguridad por parte de las instituciones del Gobierno, que trabajan de forma articulada para la prevención y represión del delito.
Durante 2020 la proporción bajó de 36 a 20 homicidios por cada 100,000 habitantes. La incidencia era de 50 homicidios por cada 100,000 habitantes.
En los pasados gobiernos, las autoridades reportaron tasas hasta de 103 homicidios por cada 100,000 habitantes. La más alta se registró en 2015, cuando hubo días con promedio de 36 asesinatos.
Con esas cifras El Salvador era considerado uno de los países más peligrosos del mundo. La falta de interés y voluntad de los anteriores gobiernos provocaron luto y dolor en las familias salvadoreñas.
La situación en materia de seguridad ha tenido un giro en beneficio de la población salvadoreña, que vive con mayor tranquilidad. Además, la baja en el índice de criminalidad en el país genera estabilidad económica y mayor inversión para el desarrollo social de las mayorías.