“El mundo sigue dependiendo del petróleo”, señaló Villagran y agregó que la Organización de Países Exportadores de Petróleo mantiene un cabildeo muy intenso para lograr que los miembros reduzcan su producción diaria.

Por las dinámicas del mercado, el sólo anuncio de una reducción podría elevar el precio del barril de crudo, debido a la expectativa de una menos oferta.

Villagran explica que de suceder así y si el precio por barril en el mercado internacional llega a los $60, los salvadoreños podrían enfrentar de nuevo precios de hasta cuatro o cinco dólares por galón en las bombas, poniendo presión extra en las economías familiares.

Las dos últimas alzas anunciadas por la Dirección de Minas e Hidrocarburos del Ministerio de Economía responden principalmente a los daños sufridos en algunas de las más importantes plantas refinadoras de Estado Unidos, debido al paso del huracán Harvey.

La subida de precios ha sido casi inmediata, pero el regreso a la estabilidad que se había experimentado por casi dos años podría tardar mucho tiempo en regresar, no existe de momento un modo certero de saber pues las evaluaciones técnicas de los daños continúan.

En tanto la OPEP no logré el apoyo necesario para reducir drásticamente la producción petrolera, se podrá seguir gozando de estabilidad en los precios: eso sí, esa estabilidad viene con un gran costo ambiental.

Julio Villagran resalta que la producción en Estados Unidos se ha visto acelerada por la técnica del Fracking o fractura de alta presión, la que utiliza un cóctel de químicos que esterilizan la tierra de dónde se extrae el crudo, el proceso no es necesariamente más barato, pero si es mucho más rápido.