La generación de energía, junto con la distribución de electricidad, fueron actividades de las gestiones anteriores. Por ello, el Gobierno ya emprendió las acciones necesarias para comenzar, con apoyo de la Asamblea Legislativa.
Las reformas que recién aprobaron los diputados a la Ley General de Electricidad y a la ley que rige a la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) están enfocadas “en el bienestar del pueblo salvadoreño y en generar inversión”, tal como explicó el titular de la CEL, Daniel Álvarez.
Con este paquete de modificaciones legales ahora será posible avanzar hacia un mercado eficiente que asegure precios más estables y accesibles para los salvadoreños, además de promover la inversión y crear fuentes de empleo. Incluso permitirá que el país deje la dependencia de la compra de energía a otros países.
Por ejemplo, se incorporó el apoyo a las energías renovables en el marco jurídico. Esta industria es una de las apuestas estratégicas, que en estos dos años ha dado resultados esperanzadores: el país ya cuenta con su primera planta eólica, con la planta solar de mayor capacidad en la región y un aporte histórico de las fuentes renovables, superior al 80 %.
“El presidente nos dijo que tenemos que darles impulso a los privados, para que puedan invertir”, dijo el presidente de CEL.
El Gobierno también ha hecho su parte, ya que haciendo un buen uso de los recursos fue posible agilizar la construcción de la antes llamada presa El Chaparral, al norte de en San Miguel, nombrada por el Ejecutivo como “3 de Febrero”.
Después de más de 10 años de irregularidades, la central hidroeléctrica iniciará pruebas con los embalses llenos en octubre de este año, confirmó Álvarez.
La transformación del país para convertirlo en un lugar atractivo de inversión y con desarrollo sostenible avanza, con el trabajo coordinado entre las instituciones.