El exfuncionario, acusado de violaciones a los derechos humanos durante la guerra civil de El Salvador, fue detenido por agentes de inmigración en Palm Coast, en lo que constituye el primer paso para su deportación.
En una decisión que marca un precedente, una corte de apelación de inmigración denegó al solicitud de los abogado de Vides Casanova para detener su inminente deportación, basándose en que el general era el militar de más alto rango en la década de los ochenta y que tenía pleno conocimiento de las atrocidades que cometían sus subalternos.
La corte determinó que el general Vides Casanova ayudó a encubrir el asesinato de cuatro religiosas nortamericanas en 1980. El exfuncionario ha estado viviendo como un residente legal en la Florida desde 1989