Una iguana verde fue decomisada en un patrullaje de monitoreo realizado por guardarrecursos del Ministerio de Medio Ambiente, en la zona de amortiguamiento de una de las áreas naturales protegidas. El espécimen tenía una lesión en el ojo provocada por cazadores ilegales y fue trasladada a una veterinaria para darle atención inmediata.
El equipo veterinario realizó una cirugía para la extracción del ojo derecho, ya que es un daño irreversible. El procedimiento fue un éxito y la iguana permanecerá en observación. De acuerdo con los médicos, el pronóstico es bueno y podrá ser liberada cuando se recupere por completo.
Estos reptiles son muy resistentes a la pérdida de extremidades (como la cola) y algunos sentidos. En este caso, la visión de las iguanas es bastante desarrollada, al igual que el oído, ambos sentidos conforman la manera en la que perciben el ambiente para detectar posibles depredadores acercándose.
Aunque falte un ojo, con el oído son capaces de sobrevivir. Tienen la membrana timpánica externa, que capta la vibración del sonido de forma muy eficiente.
Estos casos resaltan la importancia de sensibilizar a la población a no maltratar, adquirir ni extraer de su hábitat estas especies.