El Padre Toño fue acusado en El Salvador de colaborar con las pandillas al introducir objetos ilícitos a los penales. El religioso aceptó los cargos en un proceso abreviado que le permitió quedar libre luego de pasar en las bartolinas por 37 días, al ser liberado el cuatro de septiembre, el religioso regresó a su país natal.
El presidente del congreso provincial, Nemesio De Lara, dijo sobre el padre Tono que tenía un curriculum tan extenso "que muchos no alcanzaríamos ni a cumplir en siete largas vidas que viviéramos". Así mismo, De Lara agregó: "La causa de los que otros califican como escoria social, tú los abrazas como grupos de seres humanos plenos de derechos, reconvertibles, perfectibles, en tanto que no libres ni responsables del lugar donde nacieron ni del ambiente infantil o adolescente en que se criaron o se maleducaron".
Según refleja la nota, el padre Toño se llevó este galardón por la labor que desarrolla contra la violencia y por su defensa de los ciudadanos más pobres en El Salvador. El padre Toño agradeció el premio y dijo que lo destinará para prorrogar las becas de estudios de cuatro jóvenes de El Salvador con los que trabaja y para que comience a funcionar "Tengo sed", una oenegé que pondrá en marcha próximamente