Policías y soldados intervienen con mayor frecuencia, y de manera aleatoria, las diferentes unidades del transporte colectivo, con el objetivo de brindar mayor seguridad a los usuarios de las distintas rutas de autobuses y microbuses.
La articulación en el trabajo del personal de la Policía Nacional Civil (PNC) y de la Fuerza Armada es determinante en los logros obtenidos con la implementación de las diferentes fases del Plan Control Territorial.
La presencia de los militares dentro del transporte colectivo constituye una medida disuasiva para que los delincuentes se abstengan a ejecutar ilícitos en contra de los pasajeros.
Todos los días, los militares viajan en las diferentes rutas en las zonas rurales y urbanas.
Los soldados también hacen patrullajes disuasivos en mercados, colonias y carreteras, dando mayor tranquilidad a la población trabajadora.
La fase 4 del Plan Control Territorial establece que cada 15 semanas se incorporará un promedio de 1,000 nuevos soldados a las filas del Ejército para apoyar a la Policía que lidera el trabajo de seguridad pública en El Salvador.