Luego de una baja de aumento de casos nuevos, las próximas vacaciones pueden ser un detonante para la elevación de casos nuevos de COVID-19.
Se ha informado que hay tres factores que pueden influir en un brote de casos y provocar un desastre sanitario como el ocurrido la semana pasada en Brasil, donde se identificaron más 100,000 nuevos casos y 2,000 muertes en un día, luego que las playas lucieran abarrotadas.
Entre los factores que pueden propiciar un brote de COVID-19 en el país y disparar las cifras están las aglomeraciones de los veraneantes, concurrencia de feligreses a los templos, más los vendedores informales.
Para especialistas, Semana Santa tiene implícito varios factores de riesgo, el primero la parte religiosa, un buen porcentaje de la población se va desbordar a los lugares religiosos como iglesia, procesiones y va ser inevitable la migración de visitas a familiares a los pueblos, lo que conllevan el traslado.
Además, se ha demostrado que al virus le gusta andar en medio de la gente y se tiene una mayor facilidad de adquirir el virus si se está aglomerado, no guardando las medidas de prevención, esta demostrado que el virus se transmite por gotículas respiratorias y no se transmite por comer comida contaminada.
En el caso de la cepa brasileña del virus, ya fue encontrada en México y a eso se suma los recientemente acontecimientos en Brasil en las playas de Río de Janeiro y las aglomeraciones.
Todo tipo de actividades donde hay muchas personas donde no se va guardar las medidas de distanciamiento físico, donde no se hace uso de mascarilla, porque no se introducirá al mar con mascarilla puesta, son factores propicios para que haya un repunte de casos de COVID.
Señalan que ese fenómeno se experimentó durante las fiestas navideñas, ya que luego se tuvo un repunte de casos en enero.