Los reconocidos Talcigüines de Texistepeque no saldrán este año a las calles para azotar a los pecadores durante los actos de Semana Santa, debido a la covid-19, informaron encargados de la actividad que se realiza cada Lunes Santo.
Esta será la segunda ocasión en que la actividad será suspendida, ya que al inicio de la pandemia en 2020 tampoco hubo Talcigüines. El acto, con raíces religiosas, ha sido considerado por la UNESCO como un patrimonio cultural intangible.
Esta tradición se lleva acabo todos los Lunes Santo, en la ciudad de Texistepeque, departamento de Santa Ana. Su origen se remonta al tiempo de la llegada de los españoles a nuestras tierras.
Estos rituales hacen referencia a pasajes bíblicos como cuando Jesús fue tentado por el demonio en el desierto, por lo tanto, es actuado por un personaje que representa al Diablo, y otro que hace las veces de Jesús, entre otros.
La palabra talcigüin en el idioma nahuat significa “hombre endiablado”; en realidad es como una danza que no tiene música y que solo se acompaña del ritmo de una campana.
Los jóvenes que participan disfrazados con trajes rojos se confiesan ante el cura el lunes por la mañana y luego participan de la Misa. Posteriormente, los actores se disfrazan en la sacristía con túnicas y máscaras rojas, y cada uno toma una correa de cuero con el que saldrán a las calles a azotar los pecados de los fieles.
La persona que representa a Jesús se viste de túnica morada y porta una cruz forrada de tela morada y una campana.
A las 9 de la mañana repican las campanas de la iglesia que anuncian la presentación de los Talcigüines, los cuales suelen ser unos 20 jóvenes (19 representan al mal y uno representa a Jesús o el bien).