Con un doblete en el tramo final del choque ante el Getafe (1-2), Luis Suárez resucitó al Atlético de Madrid, en la UVI hasta los instantes finales frente a un equipo que tiró su trabajo por la borda con la expulsión de Carles Aleñá cuando a falta de 26 minutos ganaba 1-0 y tenía el partido controlado.
El delantero uruguayo se erigió como el hombre clave del cuadro rojiblanco. En dos zarpazos, cuando el Atlético parecía destinado a perder puntos, apareció para convertirse en el salvador de sus compañeros.