La Premier League ha endurecido el protocolo contra la COVID-19 y ha impuesto los test de antígenos diarios a futbolistas y empleados de los clubes además de dos PCR semanales para controlar los brotes.
Esta medida se ha tomado después de que la Premier anunciara 42 casos la semana pasada, lo que supone el mayor número desde que comenzó la pandemia y volvió el fútbol, y un descontrol total en comparación con la anterior mayor cifra de esta campaña: los 16 positivos de mediados de agosto.