El protagonista y su inseparable Obélix se encontrarán allí con los sármatas, un pueblo poco conocido que vivió en una extensión desde la actual Ucrania hasta el Cáucaso, en Asia Central.

El detonante de la aventura es un viaje del ejército romano para capturar al grifo, el animal sagrado para los nómadas, mitad águila y mitad león.

El guionista Jean-Yves Ferri admite que la historia tiene tintes ecologistas, con los romanos representando el rol occidental ante el medio ambiente y los sármatas el respeto por la naturaleza. Es probable que esa idea rondara por su cabeza al enfrentarse al reto: "Cuando empiezo a escribir, no pienso en Astérix. Pienso en qué tema me gustaría contar esta vez. Y es después cuando empieza el trabajo, porque entonces intentamos ponerlo en la ropa de Astérix, es decir: ¿es una historia para Astérix? ¿Puedo quedarme con esta idea? Y si lo mantengo, ¿cómo puedo hacer evolucionar a los personajes que conocemos en esta historia?"

Tras la muerte de Rene Goscinny en 1977, el dibujante Albert Uderzo mantuvo un rol importante en el desarrollo de la serie hasta su fallecimiento el pasado año. Eran los creadores originales. La hija del primero, Anne Goscinny considera que "la muerte de dos hombres no justificaba la destrucción de todo un pueblo y un universo, y creo que los lectores están muy contentos con la decisión que tomamos Albert Uderzo y yo de permitir la continuación de Astérix".

La historia que verá pronto la luz fue la última que conoció en los inicios del guion el propio Uderzo. Los rasgos de unos de los personajes están basados en el escritor Michel Houellebecq. Ferry y el dibujante Didier Conrad son, desde 2011, los encargados de dar continuidad al universo de los galos.