Espectacular cierre de temporada tuvo, este 8 de diciembre, la Orquesta Sinfónica de El Salvador (OSES) en el cuarto y último concierto del Ciclo Sinfónico Chaikovski y Brahms, en el maravilloso Teatro Nacional de San Salvador.

Bajo la dirección del maestro Martín Corleto, la OSES cautivó a los salvadoreños con dos imponentes obras: la suite “El cascanueces op. 71 a”, del compositor Piotr Ilich Chaikovski, y la “Sinfonía n.° 4 en mi menor op. 98”, de Johannes Brahms.

La suite “El cascanueces op. 71 a” (1892) es una selección de las mejores piezas instrumentales del último ballet de Chaikovski, entre ellas la “Obertura miniatura” y las danzas características: “Marcha”, “Danza del Hada de Azúcar”, “Danza rusa”, “Danza árabe”, “Danza china, “Danza de los mirlitones” y el “Vals de las flores.

Para cerrar el concierto, la orquesta interpretó la “Sinfonía n.° 4 en mi menor, op. 98” (1883), de Brahms, que alberga a nivel emocional uno de los momentos más líricos y, en el caso del primer y cuarto movimiento, las culminaciones y desenlaces que podrían considerarse los más apasionantes de la literatura sinfónica.