Las muertes de migrantes en la zona fronteriza de El Paso, Texas, han aumentado en un 290% entre 2020 y 2021, luego que la cifra subiera de 10 a 39 personas fallecidas en ese periodo. El número de rescates también creció de 12 a 688, según cifras de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP por sus siglas en inglés).
“Hemos encontrado migrantes deshidratados, perdidos, que llamaban al 911 para pedir ayuda”, aseguró Valeria Morales, portavoz de la CBP en el sector de El Paso, en declaraciones recogidas por KVIA-TV, afiliada de ABC en la zona.
A veces los rescates ocurren en terrenos rocosos o resbaladizos. En otras ocasiones suceden en el desierto, dijo.
Fernando García, director de la Red Fronteriza por los Derechos Humanos, indicó que las cifras podrían ser más altas que las que se reportan oficialmente ya que a veces no se puede reconocer a la persona fallecida o porque su muerte no se registra al no ser encontrada por la CBP.
“Esto es aún más espantoso debido a que los datos de la Patrulla Fronteriza sobre las muertes de migrantes ya son conservadores”, lamentó García. “Sus vidas importaban”, agregó.
A finales de octubre CNN informó que en el año fiscal 2021 se registró el número más alto de muertes de migrantes en la frontera sur de Estados Unidos: 557.
Los encuentros entre migrantes y autoridades en la frontera también han aumentado, alcanzando niveles que no se habían visto en más de 20 años: hubo más de 1.6 millones de arrestos en el año fiscal 2021.
La mayoría de las muertes están relacionadas con los golpes de calor y con el hecho de que un número importante de migrantes, en particular de adultos que viajan solos, intentan evadir la captura en vez de entregarse a las autoridades.
Otro factor es que las autoridades federales han aumentado su cooperación con las policías y alguaciles locales para identificar y documentar los casos. Sin embargo, los datos de CBP no incluyen los reportes de todas las agencias, por lo que la cifra real muy probablemente es mayor.
Los coyotes también suelen abandonar a los migrantes en locaciones que no conocen, en terrenos de difícil acceso donde las condiciones climáticas son extremas. Debido a las secciones con vallas que erigió el expresidente Donald Trump a lo largo de la frontera, los traficantes de personas han recurrido a rutas en zonas remotas donde no existen estos obstáculos.
“Las organizaciones transnacionales ([e tráfico de personas] continúan ignorando imprudentemente las vidas de los migrantes que ingresan clandestinamente al país”, afirmó durante una caminata en la frontera con periodistas Gloria I. Chávez, jefa del sector de El Paso de la Patrulla Fronteriza.
A lo largo de toda la frontera, la Patrulla Fronteriza ha llevado a cabo 12,854 rescates de inmigrantes perdidos o abandonados. Es la cifra más alta en los cuatro años que se han registrado los rescates. En 2019, el año que tenía el último récord, se rescataron a 5,335 migrantes.
La mayoría de estos migrantes son retornados a México de manera expedita bajo la orden conocida como Título 42, una medida implementada para evitar la propagación del COVID-19 y que ha resultado en una severa restricción del derecho a solicitar asilo.
Sin embargo, los traficante de personas han reaccionado a este hecho y, según las autoridades, ahora cobran a sus clientes por múltiples intentos para cruzar la frontera. Si son devueltos a México, por el mismo precio pueden volver a cruzar hasta cinco veces.
“Normalmente, veríamos una caída de migrantes que llegan en el verano debido al calor y [el peligro por las] serpientes, pero los traficantes están trabajando los 365 días del año, 24 horas al día, 7 días a la semana”, aseguró al diario Dallas News la pastora Rosalio Sosa. “Recibimos de cuatro a cinco migrantes por día afectados, deshidratados y al borde de la muerte”, agregó la religiosa que está basada en México.
El miércoles, las autoridades hallaron a 67 migrantes encerrados en la parte trasera de un camión en la región remota de Big Bend, en el oeste de Texas.