Cientos de barcas de mineros ilegales invaden el Amazonas para conseguir oro. Según Greenpeace todo se debe a un rumor que apunta que en esta parte del afluente Madeira ha habido un importante hallazgo recientemente.
La policía prepara un operativo para frenar el paso de las embarcaciones. La organización ecologista ha reclamado mayor celeridad a las autoridades para detener este "crimen ambiental".
Las centenas de balsas y dragas comenzaron a concentrarse desde hace dos semanas en la ciudad de Autazes, a unos 120 kilómetros de Manaus, después de un rumor que comenzó a circular en la región sobre la presencia de oro en el principal afluente del río Amazonas.
La Policía Federal emitió la noche de este miércoles un comunicado en el que informó que "tomó conocimiento de las actividades ilícitas que están ocurriendo, con la presencia de varias balsas que estarían promoviendo la actividad ilegal de minería".
El órgano, "en conjunto con otras instituciones, establecerá las mejores estrategias para el enfrentamiento del problema y la interrupción de los daños ambientales".
El Ministerio Público Federal (fiscalía), por su parte, se pronunció también al respecto y recomendó "medidas en carácter de emergencia en represión al 'garimpo' (minería ilegal)".
"En agosto, la Justicia Federal condenó al Instituto de Protección Ambiental del Estado do Amazonas (Ipaam) a anular las licencias concedidas irregularmente para las actividades de extracción de oro en el río Madeira, en un área de más de 37.000 hectáreas, en la región sur de Amazonas", apuntó la Fiscalía.
De toda la actividad extractiva que se lleva a cabo en la mayor selva tropical del planeta, la minería ilegal, conocida en Brasil como "garimpo", representa el 67,6 % y es practicada principalmente en áreas de conservación ambiental.
Precisamente en esas áreas, las extracciones aumentaron más del 300 % en la última década, según un estudio de la organización Mapbiomas divulgado a finales de agosto.
El oro es el principal metal buscado por el 'garimpo', con el 86 %, mientras que la minería ilegal es una de las principales causas de la deforestación de la Amazonía, que perdió unos 8.500 kilómetros cuadrados de selva en 2020.