A través de una audiencia general en el Vaticano, el Papa Francisco exhortó a la población mundial a que "no aceleren la muerte de los ancianos”, al tiempo que precisó que dicha situación “no es un derecho”.
"La muerte no es un derecho, no podemos programarla, tampoco evitarla. Toda persona tiene derecho a la vida y a los cuidados médicos para afrontar la muerte de manera más humana. No aceleren la muerte de los ancianos", dijo.
Asimismo, el sumo pontífice indicó que no se deben confundir los cuidados paliativos con el suicidio asistido.
“El ensañamiento terapéutico es inmoral. Por favor, no aíslen a los adultos mayores. Simplemente no podemos mezclar los temas”, agregó el religioso.