La decisión del Gobierno de la República Checa para suavizar las restricciones ha recibido una muy buena acogida en la calle. Ya no será necesario el certificado de vacunación o estar inmunizado por contagio para entrar en gimnasios y restaurantes
"Trabajo en una cafetería, justo en la plaza, es realmente molesto pedir a todo el mundo un certificado Covid cuando vienen a comer. Así que, en realidad, estoy bastante contento de que el Gobierno haya decidido quitarlo", explica Simon Potnesil, un ciudadano de Praga. "Creo que todas esas restricciones no eran adecuadas. Estamos volviendo a algo que es normal", asegura David.
Varios países levantan las restricciones o piensan en hacerlo, la OMS ha puesto en marcha un plan por el que las naciones con peores cifras de vacunación, con ingresos medios y bajos, podrán acceder a pruebas, tratamientos y vacunas.
"Como se indica en el marco de financiación que lanzamos hoy, el acelerador ACT requiere 23.000 millones de dólares estadounidenses para salvar vidas, hacer frente a la amenaza de Omicron y evitar que surjan variantes aún más peligrosas", explicaba en rueda de prensa el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
Rumanía es uno de los países en los que la lucha contra la Covid-19 sigue siendo complicada. El servicio de ambulancias de Bucarest está desbordado por las llamadas de emergencia. A duras penas consigue responder a la demanda. La quinta oleada de COVID-19 trae consigo un número récord de casos.
Y en China recuerdan los diferentes métodos de lucha contra la enfermedad. Se han notificado 180 casos en la ciudad meridional de Baise. Esta se ha convertido en el último lugar confinado bajo el enfoque de "tolerancia cero" de China ante la pandemia.