Cuando esta emergencia de salud pública llegue a su fin, y con suerte pronto, los trabajadores buscarán aplicar las lecciones aprendidas durante la pandemia para crear formas de trabajo mejores y más productivas, como modelos híbridos y flexibilidad.
Una semana laboral de cuatro días y 32 horas parece ser la mejor manera de estar a la altura de esta tarea histórica, ya que mejora el bienestar de los trabajadores al mismo tiempo que preserva el crecimiento económico.
¿Son efectivas las semanas laborales de cuatro días?
El año pasado, cuando la ola de Omicron golpeó en diciembre, se puso de moda una semana laboral de cuatro días para todos los sectores . En un análisis basado en encuestas al final del primer mes, se notó una disminución sustancial en los niveles de estrés y un aumento visible en la productividad general.
No son solo organizaciones individuales las que están adoptando una semana laboral de cuatro días; países como Japón, Irlanda e Islandia también han implementado la semana laboral de cuatro días en una escala significativa. Además, la economía más grande del mundo, EUA, también ha visto crecer su impulso, con casi cien miembros del Congreso recientemente respaldando la creación de una semana laboral de 32 horas. Además, los datos disponibles de experimentos a gran escala han proporcionado evidencia que sugiere que una semana laboral de cuatro días es el futuro.
Específicamente, hay tres razones principales que hacen que una semana laboral de cuatro días sea una política excelente para las economías.
1. Una semana laboral de cuatro días no reduce la productividad, e incluso puede aumentar la productividad.
La productividad es, sin duda, crucial para una economía próspera, y los que se oponen a una semana laboral de cuatro días a menudo argumentan que, intuitivamente, un día menos de trabajo resultaría en una disminución de la producción. Sin embargo, un análisis en profundidad realizado en Stanford ha desacreditado esta creencia.
Más específicamente, Microsoft Japón probó este horario de trabajo reducido para su fuerza laboral de 2300 personas durante cinco semanas consecutivas en 2019 y vio que su productividad aumentó en un asombroso 40 %.
De manera similar, ensayos más recientes en Islandia han demostrado que "la productividad se mantuvo igual o mejoró en la mayoría de los lugares de trabajo". Y los investigadores del grupo de expertos Autonomy del Reino Unido concluyeron que el experimento islandés es un "éxito abrumador".
¿Por qué es este el caso? Además de la aplicación de nuevas tecnologías disruptivas en el lugar de trabajo, una semana laboral de cuatro días aumenta significativamente la satisfacción del trabajador y el trabajo en equipo y disminuye los niveles de estrés. En el caso de Microsoft Japón, la semana laboral más corta generó reuniones más eficientes y trabajadores más felices.
Por ejemplo, la duración de una reunión se redujo de 60 minutos a 30 minutos, combinado con la adopción de una política de asistencia máxima de cinco personas para cada reunión. Los empleados también se toman menos días de enfermedad como resultado de la disminución del estrés relacionado con el trabajo, mientras que la semana laboral más corta permite a las empresas ahorrar en costos de electricidad, suministros de oficina y cafetería.
2. Una semana laboral de cuatro días promueve la igualdad de derechos para las mujeres y, por lo tanto, crea un lugar de trabajo más igualitario.
Una semana laboral de cuatro días y 32 horas permitiría a los trabajadores, independientemente de su género, tener más tiempo para cumplir con el cuidado de los niños y otras responsabilidades familiares y personales, sin dejar la fuerza laboral. Esto promovería la igualdad en el lugar de trabajo, ya que actualmente es mucho más probable que las mujeres dejen el empleo como resultado de las responsabilidades del cuidado de los niños.
Un estudio de 2021 publicado por el Centro para el Desarrollo Global reveló que las mujeres, a nivel mundial, tienen tres veces más probabilidades que los hombres de asumir responsabilidades en el cuidado de los niños.
En el mismo año, la Oficina del Censo de USA informó que aproximadamente 10 millones de mujeres estadounidenses no están en la fuerza laboral y se quedan con sus hijos pequeños; el número era de 1,4 millones antes de la pandemia.
Dadas las circunstancias, puede ser profundamente significativo para las sociedades brindar a las personas que trabajan una mejor oportunidad de equilibrar las responsabilidades laborales y de cuidado, y una semana laboral de cuatro días sería muy útil.
Cada miembro de una familia tendría ocho horas más semanales para dedicar a sus responsabilidades personales o familiares, mientras que los empleadores verían a sus empleados permanecer en la fuerza laboral con mayores grados de felicidad.
Al mismo tiempo, la Escuela de Negocios de Stanford descubrió que la igualdad en el lugar de trabajo ha beneficiado dramáticamente a la economía al contribuir al crecimiento durante el último medio siglo.
En 2016, McKinsey Global Institute también publicó informes sobre el poder de la paridad de género, indicando que el progreso en la igualdad de género podría sumar 12 billones de dólares de crecimiento económico mundial para 2025. Por lo tanto, un lugar de trabajo más equitativo no solo es un problema crítico de justicia social sino también un componente consecuente del desarrollo económico.
3. Una semana laboral de cuatro días reduce significativamente las emisiones de carbono
Un estudio de 2019 realizado por investigadores del Reino Unido encontró que, al adoptar una semana laboral de cuatro días, las emisiones de carbono británicas se reducirán en casi un 20 % (127 millones de toneladas métricas) para el año 2025.
Como referencia, dicha reducción en las emisiones es similar a la eliminación de todos los coches privados de las carreteras del Reino Unido. Al otro lado del océano en los USA,el estado de Utah experimentó con una semana laboral de cuatro días y proyectó una disminución de casi 6000 toneladas métricas de emisiones de dióxido de carbono al año.
Una huella de carbono más pequeña como resultado de una semana laboral de cuatro días es crucial tanto para la prosperidad económica como para la lucha colectiva de la humanidad contra el cambio climático.
Además, la Comisión Europea ha enumerado explícitamente el "crecimiento económico" como un beneficio principal de construir una sociedad baja en carbono. Por lo tanto, implementar una semana laboral de cuatro días sería un paso significativo en la dirección correcta.