Romero fue declarado nuevo beato de la iglesia católica tras 35 años de haber sido asesinado por su labor de denuncia en perjuicio de los más pobres, tal como lo informó la cadena CNN.
El cardenal Angelo Amato, prefecto de la Congregación de la Causa de los Santos, ingresó con un séquito de religiosos y varios escoltas al escenario desde donde se celebró la misa de beatificación.
Luego de que el cardenal Amato diera la bienvenida e inicio del acto, Vincenzo Paglia, postulador de la causa, se encargó de leer una breve biografía de la vida y martirio del próximo beato.
"Romero sintió el amor del pueblo. Fue para su país e iglesia entera un pastor que defendió a los pobres", leyó el postulador.
Luego, Amato leyó una carta enviada por el papa Francisco para la ceremonia. Esta estaba escrita en latín por tratarse de un acto oficial de la iglesia. En resumen, esta facultaba a Óscar Arnulfo Romero ser un beato.
Desde El Vaticano, el papa Francisco recordó que “en ese hermoso país centroamericano el Señor concedió a su Iglesia un Obispo celoso que, amando a Dios y sirviendo a los hermanos, se convirtió en imagen de Cristo Buen Pastor: quien en tiempos de difícil convivencia, supo guiar, defender y proteger a su rebaño, permaneciendo fiel al Evangelio y en comunión con toda la Iglesia”.
El papa Bergoglio también escribió que el ministerio del nuevo beato “se distinguió por una particular atención a los más pobres y marginados. Y en el momento de su muerte, mientras celebraba el Santo Sacrificio del amor y de la reconciliación, recibió la gracia de identificarse plenamente con Aquel que dio la vida por sus ovejas”, según Radio Vaticano.