La constante acumulación de tierra y otros sedimentos, no todo de origen natural, tiende a causar un bloque en el desagüe del lago de Ilopango, que genera problemas para todos los que viven y trabajan en sus orillas, pero muy espacialmente a los residentes de Candelaria de Cuscatlán.
Ante esta situación, el Ministerio de Obras públicas despachó a la zona una retroexcavadora, para retirar el material que obstaculiza el flujo normal del agua y permitir que el lago mantenga un nivel al que los residentes están acostumbrados.
Este trabajo de mantenimiento debe ser constante, pero también tiene mucho que ver el uso y el nivel de contaminación del lago, especialmente en años recientes debido al incremento de negocios y de turistas en la zona.