La advertencia dice que los niveles de crimen y violencia en El Salvador se mantienen altos, y los ciudadanos estadounidenses que viajen a El Salvador deben mantenerse alerta sobre sus alrededores. Esta advertencia de viaje sustituye la alerta emitida el 21 de noviembre de 2014 e incluye información actualizada sobre crimen y seguridad en El Salvador.
Decenas de miles de ciudadanos estadounidenses visitan sien problemas El Salvador cada año con motivos de estudio, turismo, visitas en cruceros, negocios y trabajo voluntario. No hay información que sugiera que los ciudadanos estadounidenses sean blancos específicos de los criminales; sin embargo, el crimen y la violencia son problemas serios en todo el país, asegura la publicación.
Desde enero de 2010, 34 ciudadanos estadounidenses han sido asesonados en El Salvador, incluido un niño de nueve años en diciembre de 2013. Durante ese mismo periodo, 419 ciudadanos estadounidenses reportaron que sus pasaportes fueron robados, mientras otros fueron víctimas de crímenes violentos.
Los crímenes comunes en El Salvador incluyen extorsión, asaltos a manos armada, robos en carretera, robo de viviendas y robo de autos. También han existido resportes que detallan que los criminales siguen y observan a los clientes que hacen retiros de los cajeros automáticos y de las sucursales bancarias, para luego robarles en el camino o en sus lugares de destino, detalle la alerta.
Algunas víctimas han entrado sin darse cuenta en territorio controlados por las pandillas y por eso se convierten en blancos, especialmente de noche, asegura esa secretaría de Estado.
Preocupan ataques contra policías
La advertencia recoge algunos de los más reciente al informar que los ataques contra oficial de policía se han incrementado y que los tiroteos en la vía son comunes. Se han producido asaltos armados contra quienes usan los parques para actividades físicas, por lo que la Embajada recomienda enfáticamente que se busquen los servicios de un guía autorizado.
La publicación tiene implícito un llamado de atención al sistema de justicia pues señala que la mayoría de los crímenes graves nunca se resuelven, solo seis de los 34 asesinatos de ciudadanos estadounidenses ocurridos desde enero de 2010 han terminado en condenas. También señala que el gobierno de El Salvador no tiene los recursos suficientes para investigar y perseguir cada caso y para prevenir crímenes violentos.
Sobre la corporación policial dice que a pesar que las unidades de investigación de la Policía Nacional Civil muestran mucho potencial, los patrullajes rutinarios de calle, las tácticas antipandillas y de represión del delitos son limitadas. Las escasez de equipo, particularmente de radios, vehículos y combustible, limitan a un más su habilidad para prevenir y responder efectivamente contra la criminalidad.