El objetivo de Funerales Capillas Ismael Guzmán es, según su propietario, Juner Guzmán, ofrecer un servicio diferente a sus clientes, que se distinga por la atención y la elegancia que aportan los y las jóvenes que forman lo que denominan "Cortejo Fúnebre".
Guzmán asegura que el uso de edecanes está siempre compuesto por dos señoritas y cuatro caballeros que acompañan la carroza fúnebre mientras hace su recorrido. Detalló que también se encargan de realizar la capilla ardiente y de atender a los dolientes durante el funeral y el entierro.
Según el empresario, hace 10 días publicó en Facebook que necesitaba señoritas para formar parte de su "Equipo de Protocolo", asegura que en un periodo de 10 días recibió un total de 85 hojas de vida de las señoritas que aspiran a trabajar en la funeraria.
Recientemente publicó en la página de Facebook de la funeraria que recordaran incluir su fotografía en el curriculum, pues es necesario tener una cara "agradable", según explica el propietario
Buena recepción
Juner Guzmán asegura que, en el año que tiene de estar funcionando la funeraria, ha tenido muy buena recepción entre los pobladores de Sensuntepeque, al punto según su propietario ahora es conocido en la zona como "la funeraria de las niñas bonitas".
El empresario apunta que no ha recibido críticas por la estrategia que escogió para diferenciarse de su competencia; más bien, señala que solo ha recibido sugerencias como que las mujeres del cortejo no usen faldas muy cortas, o que los zapatos no sean de un estilo muy festivo. Más allá de eso, dice no haber recibido comentarios negativos.
Guzmán señala que la idea del corteja funerario se la dio una amiga, quién habría visto como se hacía lo mismo durante una visita a España, él considero que aplicar la modalidad sería una buena idea para hacer más llamativo el conrtejo, pues piensa que así "el último adiós se convierte en un homenaje" para despedir a nuestros seres queridos.
Violencia simbólica
"No hay ninguna diferencia", asegura Ima Guirola, representante de CEMUJER, entre lo que hace esta funeraria y lo que hacen empresas que venden partes de carros y siempre colocan frente a sus productos mujeres jóvenes que responden a determinado estándar de belleza y que visten trajes ajustados o muy escasos.
"Hay empresas como Papel Encanto, Colgate, Coca Cola, Kimberly Clark", señala Guirola, que constantemente recurren a lo que califica como "violencia simbólica", que implica el uso de la imagen femenina como un elemento que atrae la vista, que llama la atención y facilita la venta, algo que, según esta activista, refuerza la imagen de objeto sexual de la mujer.
Guirola asegura que no extraña que la población acepte esta práctica en Sensuntepeque, pues asegura que en El Salvador la violencia simbólica pasa como algo natural y muy pocas personas lo notan, pues la mayoría lo acepta como algo normal, sin darse cuenta que se degrada a la mujer al tratarla como una especie de mercancía.
