Las personas fallecidas por la COVID-19 en El Salvador comparten una característica, y es que no habían recibido la vacuna anti-COVID-19. Así lo indicó el ministro de Salud, Francisco Alabi, en una entrevista de televisión.
“La principal característica de los fallecidos por COVID-19 es que no tienen la vacuna. Agradezco y felicito a la población que ya se vacunó porque es una muestra de compromiso por su salud y las demás, apoyan al país a salir adelante. Ayer pasaba frente al megacentro y veía a los jóvenes salir contentos con su carta de vacunación”, dijo el ministro.
También informó que la población ingresada actualmente por la COVID-19 son personas de 40 y 60 años que no han recibido la vacuna. También tienen enfermedades asociadas. “En Hospital El Salvador se ha pasado de 300 a 450 pacientes. Esto activa alarmas para tomar acciones epidemiológicas”, destacó.
De acuerdo con Alabí, las principales causas del incremento de contagios y hospitalizaciones son porque la población en general ha relajado las medidas de bioseguridad y se ha registrado mayor interacción, facilitando la transmisión de persona a persona.
Además, no todas las personas han recibido la vacuna anti-COVID-19 y el virus muestra una gran capacidad de adaptabilidad, lo que facilita el contagio.
El funcionario hizo énfasis en que todas las vacunas anti-COVID-19 protegen ante los síntomas graves de la enfermedad, y las cuatro farmacéuticas que se aplican en El Salvador tienen el aval de uso de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Con relación a la variante Delta, el ministro informó que no hay evidencia que indique que se encuentra circulando en el país. También explicó que no se han registrado casos de hongo negro relacionados a la COVID-19.