Luego que entrara en vigencia el decreto transitorio que prohíbe concentraciones durante 90 días, la Iglesia Católica instruyó a todas las autoridades religiosas suspender las procesiones, asambleas, retiros y cualquier evento que concentre personas.
La acción fue tomada con el objetivo de contribuir con las disposiciones del Gobierno que busca prevenir un aumento de contagios de COVID-19 entre la feligresía y a nivel nacional.
Monseñor Rafael Urrutia, canciller del Arzobispado de San Salvador, detalló que aunque la normativa que expone el Artículo 1 del “Decreto Transitorio aprobado por la Asamblea Legislativa” no prohíbe la celebración de misas, se deberán reforzar las medidas de bioseguridad durante las celebraciones.
Aclaró que quedará a criterio de la iglesia si anunciará horario previsto para las misas y prevenir contagios de Coronavirus.