El presidente de la República, Nayib Bukele, presentó su informe a la Nación en el tercer aniversario de su Gobierno, en el que dejó en claro su compromiso por erradicar a los grupos criminales, demostrando con resultados que El Salvador se encamina a un proceso de transformación, como un país más seguro de toda la historia reciente.
“Estamos a punto de ganar la guerra contra las pandillas. Este no solo será un triunfo de la Policía Nacional Civil (PNC), de nuestra Fuerza Armada y del Gobierno, sino que es un triunfo de todos los que amamos este país. Esta es la batalla más difícil que hemos conquistado hasta ahora, incluso que la pandemia, y vamos a seguir luchando para ganarla”, enfatizó el presidente Bukele.
De igual manera, el mandatario salvadoreño explicó que pese a que la oposición con sus panfletos, organizaciones digan lo contrario y que deseen que haya otro derramamiento de sangre, no se puede tapar los buenos resultados logrados durante los tres años de Gobierno, en materia de seguridad, ya que El Salvador, en la actualidad, está más cerca de vivir una realidad que por décadas se le negó: que la población viva en un país seguro.
“No ha sido fácil, no ha pasado de la noche a la mañana; en 1992 la guerra no terminó, solo cambio de forma, el pueblo siguió siendo víctima de la violencia con la misma fuerza e incluso mayor que la de la guerra”, añadió el Estadista salvadoreño.
El presidente Bukele enfatizó que, junto al actuar de las pandillas en años anteriores, se suma la violencia vivida por la élite política, quienes saquearon al Estado, con un sistema de salud y educación en abandono y en deterioro, donde imperó la marginación, la desigualdad, y falta de oportunidades; lo que se volvió una receta perfecta para el crecimiento de las pandillas.
Además, señaló que la guerra con las pandillas fue financiada con miles de millones de dólares de intereses internacionales, tal como lo fuera el conflicto armado. Donde los partidos políticos de oposición Arena y el FMLN fueron culpables de alimentar el cáncer de las pandillas, dejando sin esperanza al pueblo salvadoreño de un país mejor.
“Durante 30 años, más de 120,000 salvadoreños fueron asesinados por las pandillas, sin contar las decenas de miles de desaparecidos, millones de extorsionados, heridos, asaltados, amenazados, desplazados y un gran número de violaciones. En muchos casos era gente inocente”, añadió el presidente.
El mandatario explicó que bajo su Gobierno y el desarrollo de las diferentes fases del Plan Control Territorial se ha ido fortaleciendo la institucionalidad y la capacidad de respuesta del personal de seguridad, además, se ha cortado todo poder de las pandillas en el sistema penitenciario del país. “Con la Fase II comenzamos a construir oportunidades en las comunidades más afectadas por la violencia, para arrebatarle a las pandillas su semillero”, enfatizó el jefe de Estado.
De igual manera, agregó que se ha fortalecido a la Policía Nacional Civil y la Fuerza Armada de El Salvador, duplicando y quintuplicando su personal, como parte de la Fase IV del Plan Control Territorial. En tres años de Gobierno, el país registra 128 días sin homicidios, mientras que en los tres gobiernos anteriores solo se registró un día sin muertes violentas, confirmó el presidente Bukele.
También, enfatizó la captura de los más de 36,000 pandilleros durante el Régimen de Excepción, la incautación de millones de dólares y droga. “Tenemos dos meses con el régimen de excepción y la gente ya sabe cómo es vivir sin pandillas”, dijo.